La tarea del “coach” (repertorista) es para mí la de una completa preparación musical-vocal, que va desde la lectura e interpretación de la partitura hasta un completo trabajo sobre los recursos vocales a utilizar: emisión, fraseo, dicción, pautas estilísticas, etc; y que en mi propuesta personal suma al acompañamiento pianístico el perfil y la vivencia práctica del director de orquesta.
Mi experiencia en preparación se remonta tanto a jóvenes cantantes como a las grandes figuras que durante años tuve el placer de acompañar por todo el mundo. Muy interesante fue para mí la experiencia junto a Jon Vickers, con quien colaboré en el estudio y memorización del 3er.Acto de “Tristan und Isolde” para su debut en el rol con Birgit Nilsson; o junto a Frederica von Stade, con quien trabajé el “Dardanus” de Rameau en ensayos previos a su grabación comercial; con Martina Arroyo y Pedro Lavirgen en los dos últimos actos de la inusual “I Vespri Siciliani”, con una selección de canciones argentinas que Alfredo Kraus deseó incorporar a su repertorio de recitales y que luego le acompañara también en público; o en Barcelona preparando y acompañando algunas de las primeras actuaciones en el Gran Teatre del Liceu de figuras notables del país como Stefano Palatchi y Josep Bros, o en Buenos Aires y Montevideo los primeros pasos de futuras estrellas como Marcelo Alvarez y Erwin Schrott.
Enrique Ricci